Recientemente un Anónimo Testigo de Jehová
comentando en una de las entradas me dijo: “Pensar por los demás es
irresponsable y afirmar suponiendo es muestra de una ligereza remarcada.” Que
esto me lo diga un Testigo de Jehová no deja de parecer una burla. Una persona
que pertenece a una organización que piensa por sus siete millones de miembros
y que castiga con la expulsión al que se le ocurra tener un pensamiento independiente
que contradiga el pensamiento oficial de la organización es un cachondeo, porque
yo cuando era Testigo y me empecé a plantear mis propios pensamientos, todos
ellos me llevaron a la conclusión de que tenía que poner pies en polvorosa de
esa secta cuanto antes. Por eso he pensado en algunos puntos en los que los
Testigos de a pie no se toman la molestia de ir solo un poquito más allá de lo
que dicta su secta sin tener que estrujarse demasiado la cabeza para ver que
algo no cuadra.
Podemos empezar por el controvertido tema
de la sangre. Ya de por si es una aberración, pero para los Testigos esta aberración
está bien justificada. Al margen del típico mandamiento de “te abstendrás de
sangre” que suena a no hacer uso ilícito de ella cosa común por aquella época o
a no comerla deliberadamente, no hay más que un caso en el que se pusiera a
prueba el mandamiento y que este citado en la Biblia y está en 1 Samuel 14:31-35. Se trata de los soldados de Israel en los días del rey Saúl.
Hambrientos después de una larga batalla, degollaron ovejas y ganado y ‘se
entregaron a comer junto con la sangre.’ Tenían hambre y no estaban comiendo
sangre deliberadamente, pero en su prisa por comer la carne no se encargaron de
sangrar debidamente a los animales. Saúl reconoció que lo que habían hecho era
‘pecar contra Dios comiendo junto con la sangre.’ Recordemos que esta batalla y
su relato está citado en el sangriento y cruel antiguo testamento o escrituras
hebreas que se caracterizan por asesinatos por doquier, venganzas de parte de
Dios de lo más sangriento por cosas que en nuestros tiempos pueden parecer por
lo menos excesivas. Pero aun así, y a pesar de que lo que los soldados habían hecho
era supuestamente violar la ley más sagrada de Dios ley que es la piedra
angular de la secta de la Watchtower aun hoy, aquellos soldados no fueron
castigados ¿Por qué? Pues esa respuesta la deberían dar los Testigos de Jehová.
¿Por qué hoy se castiga con la expulsión al
que acepta una trasfusión de sangre para no morir en una camilla de hospital y
sin embargo el propio Jehová no castigo a los soldados de Israel por no esperar
unos minutos a que se desangraran los animales? Un animal, sea una vaca o una oveja
no tarda más de cinco minutos en desangrangrase, no era necesario comerlos ya
para no morir de hambre, los soldados podrían haber esperado y no lo hicieron.
Si Jehová se toma tan en serio la doctrina de la sangre y realmente castiga al
que la consume o se la trasfunde aun a pesar de que morirá seguro, con más razón
debería haber matado o castigado de algún modo a aquellos soldados por no
esperar unos minutos por mucha hambre que tuvieran.
Esto es algo que los
Testigos de Jehová deben explicar. ¿Cuál fue la actitud de Saúl ante el pecado
de sus soldados? Lo podemos ver en los versículos 34 y 35. Saúl le dijo algo así
como “¿Pero que hacéis?, anda vamos a desangrarlos bien como es debido, no seáis
avariciosos, y después comamos y hagamos una fiestuki para celebrar nuestra
victoria contra los Filisteos”
Pensando por mí mismo
como me sugería el Testigo anónimo del principio, llego a la conclusión de que
esta secta tiene demasiado interés en poner pesadas losas encima de sus adeptos
con normas ridículas y sin fundamento bíblico que finalmente son culpables
hasta de derramamiento de sangre. Demuestra que si los Testigos de Jehová
pensaran un poco más allá de lo que la Watchtower les dice tal vez esa secta no tendría
ni la mitad de sus miembros. Pensar por uno mismo, leer más allá de lo que el artículo
de la Atalaya te enseña, los contextos, etc no es común en ellos, y eso que se lo piden a los demás.
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