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Los festejos populares son vistos por la
Wachtower como malos y Satánicos.
Pero son esenciales para el crecimiento
psicológico de los niños. |
Los humanos somos una especie
sociable como pocas. Somo extremadamente sociables de manera que no
hay en el reino animal muchas especies tan sociables como los seres
humanos donde en ocasiones un numero de demasiados ejemplares de
individuos son demasiados y no se permiten mas miembros de una manada
porque se considera peligroso.
Esto pasa en los felinos donde no
hay mas miembros de los que puedan ser debidamente alimentados por
las condiciones del entorno. Por tanto uno mas puede ser rechazado o
asesinado sin miramientos. Es una manera de regulación de la
naturaleza. Otras son totalmente independientes por lo que o solo
viven los machos solitarios y las hembras con las únicas crías que
tenga o tan solo las parejas sin asociarse con mas miembros de su
especie.
Pero esto no sucede con nosotros.
El humano suele tolerar cuantos mas amigos mejor, o por lo menos
conocidos. Lo común es que nos juntemos mas con las personas que nos
son mas afines pero nos gusta conocer a mas personas con gustos
diferentes y hasta nos gusta ir a veranear a lugares donde nos
encontramos a miles de personas y lo encontramos agradable. No es
extraño ver a gente que tiene cientos o miles de agregados en las
redes sociales aunque no los conozcan o los hayan visto jamas. Esto
demuestra el anhelo del hombre por relacionarse, conocer y que lo
conozcan, la popularidad.
Esto sucede desde que nacemos,
desde bien pequeños queremos jugar con los demás niños, ir a
fiestas y relacionarnos. ¿Porque? Pues porque para nosotros es
elemental en nuestro desarrollo personal, emocional y fisco.
Compararnos con los demás en nuestro entorno nos ayuda a
desarrollarnos como toca y competir con ellos a hacernos mejores.
Como en el reino animal en nosotros esta peculiaridad es natural y
necesaria. Si nos aislamos perdemos facultades y como el ser humano
no esta hecho para estar solo puede desarrollar enfermedades mentales
tales como la depresión, complejo de inferioridad y un decidid en
las habilidades corrientes. Esto es lo que la Wachtower esta causando
en los hijos de los Testigos de Jehová.
Cuando mantienen a sus hijos
aislados del mundo en reuniones sociables de la escuela, como los
cumpleaños, fiestas o el simple hecho de salir a jugar con otros
niños les están causando un daño que cuando sean mayores pueden
arrastrar toda su vida, porque los niños tienen la necesidad igual
que los adultos de sentirse integrados, tener ilusiones y
compartirlas, contarlas y escachar las de los demás.
Los padres testigos lo que quieren
es que cuando su hijo se vea en una prueba ridícula en la escuela
del estilo “¿Porque no vienes a mi cumpleaños?” el niño con
toda firmeza se levante y esgrima un minimiting con la biblia en la
mano y la típica verborrea y palabras de la Wachtower. Eso les aria
sentirse orgullosos. Con eso pensarían que están siendo firmes ante
las pruebas que Satanás pone ante su hijo y lo usaran para
comentarlo en la plataforma de las reuniones y asambleas para
jactarse de lo bien entrenado en las doctrinas Wach que esta su hijo.
Pero eso no suele pasar. Lo que
suele pasar es que el niño se consume en un desconsuelo y tristeza.
Suele mentir diciendo que no puede hoy, o dice que si va a ir aunque
luego no aparezca. Esto pasa en un 90% de las ocasiones. En otro 5%
el niño dirá que no puede porque es Testigo de Jehová y eso le
prohíbe hacerlo sin dar mas explicaciones y deseando que la tierra
se lo trague, para salir desconsolado de allí y pensando porque le
pasa a él esto. Y el otro 5% hará lo que mencionábamos al
principio. Pero al contrario de lo que los papas testigos piensen los
que escuchen lo harán con el ceño fruncido y pensando: pobre niño,
que bicho mas raro.
Al contrario de lo que esperan lo
padres, que se quedan pensando que su hijo causo admiración y
respeto en los demás... o eso es lo que la Wachtower dice que causa
hablar así por parte de un niño que a lo mejor no saca una
asignatura escolar adelante pero que es capaz de recitar textos
bíblicos de memoria para intentar demostrar algo que no tiene la mas
mínima lógica, lo que causa un rechazo inmenso en niños y adultos
que lo escuchen. Al contrario de lo que pretenden los padres, apartir
de ese momento el niño puede convertirse en el centro de las burlas
crueles de los demás niños. Le darán de lado desde ese día en
adelante para cualquier actividad por efímera que sea, incluso la de
participar en un equipo de fútbol en los ratos de recreo. Y desde
ese momento, el niño queda aislado del mundo y arrastrara de por
vida un esfuerzo extra para relacionarse con los semejantes y
competir en el mundo, algo muy sano y que la naturaleza pone ahí
para que nos sirva de entrenamiento. Al no poder sentirse igual que
los demás, el niño desarrolla un complejo de inferioridad que hará
que se desarrollen depresiones en el futuro ante el mas mínimo
fracaso. Estos niños son los que cuando son adultos si se van de la
Secta lo sufren con mas intensidad al ver que lo pasaron tan mal para
nada. Los pozos depresivos serán muy hondos y el rencor a los padres
y la secta terrible. Los niños mas aplicados en la secta cuando son
jóvenes, suelen ser los que le den la mayor patada en el culo
espiritual a sus padres de adultos.
Las secuelas pueden ser una especie
de síndrome de Peter Pan. Donde al ver la mentira que han estado
viviendo quieren salir al mundo y vivir con el poco o ningún tiempo
de juventud que les quede todas aquellas experiencias que no pudieron
vivir siendo niños o adolescentes. Salir a fiestas, salir con
chicos, tener la primera experiencia con el alcohol. Esto en una edad
que no es la que le toca vivir tiene consecuencias catastróficas
porque al vivir a destiempo se descuidan las actividades que si toca
vivir en este momento causando mucho daño a él y a los pocos seres
queridos que le queden porque no pueden ser controlados por padres o
tutores como lo seria un niño o semiadolescente. Carecen de
entrenamiento y como un muelle al que se ha soltado de pronto sale
disparado sin control. Juntándose con lo peor del camino y
probandolo todo, todo.
Cuando yo era niño y me ofrecían
las típicas bolsas de golosinas que en los colegios Españoles se
dan cuando un niño cumple años, las cogía y me las comía a
escondidas de mi madre para que no me viera y me preguntara de donde
las había sacado. La mayoría de los padres de la secta instan a sus
hijos a rechazar estas inocentes muestras de afecto de los demás, si
es posible explicando lo ridículo de la secta en la que te tienen
metido tus padres. Los mas permisivos no le dan tanta importancia a
esto, pero jamas verán una fiesta de cumpleaños y serán como una
persona que esta adornando una silla y a la que no se tiene en cuenta
para ninguna actividad mas.
Los niños necesitan estas
experiencias para sentirse integrados en el mundo infantil que no es
dañino como la Wachtower nos dice. Es necesario para su crecimiento
psicológico. Necesitan poder compartir la carta que le van a enviar
a Santa Claus estas navidades. Comentar si les trajeron lo que
pidieron o si el deseo al soplar la vela de su propio cumpleaños se
ha cumplido en el transcurso de este año. La sociedad tiene estas
cosas, muchos dicen que solo son fiestas comerciales y así son. Pero
solo para los adultos. Los niños no viven esas fiestas como los
mayores. Son parte de su adaptación y ilusión.
A un niño le da igual si los Reyes
magos existieron o que papel cumplían en los inicios bíblicos. Le
es indiferente el origen de las fiestas de los Carnavales y lo único
que necesita es poder compartir esa ilusión con los semejantes. Si a
todo esto le sumamos que la base bíblica que la Wachtower da para no
participar es falsa y nula tenemos una secta que causa unos daños
terribles en los niños y de la que no podemos pasar indiferentes.
Mi consejo es que dejemos a
nuestros hijos formar parte de la sociedad, participar y compartir
ilusiones. En los países donde hay otras costumbres por diferentes
que sean también, porque no importa el por que de la fiesta, lo
importante es que todos participan y si tu hijo no lo hace lo llevara
a cuestas toda su vida, marcándolo en el subconsciente.
Sabemos que los padres Testigos de
Jehová quieren lo mejor para sus hijos. Pero aislarlos en una Comuna
es de lo peor que se les puede hacer psicologicamente. Una vez el
individuo es adulto tomara sus decisiones y si quiere las basara en
el origen de la fiesta. Si no lo encuentra apropiado ya es una sana
decisión por su parte. Pero el mundo del niño es diferente.
Algunos padres de esta secta
argumentan que ellos les dan regalos a sus hijos durante todo el año.
Pero esto no contrarresta el daño moral que se causa al niño el no
formar parte de lo que los demás niños comentan con tanta ilusión.
Por muy aquenios que sean los regalos no llegan ni a la altura de los
zapatos al placer de poder comentar y compartir con los amigos el
tagalo -quizás mas barato y simple- que le trajo Papa Noel.
Por eso yo celebro el cumpleaños
de mis hijos y el mio con ellos. Porque quieren que forme parte de lo
que a ellos les gusta tanto. La ilusión de poder sorprenderme y el
placer de poder cantarme el “cumpleaños feliz” Esta claro que a
estas alturas si por mi fuera no lo haría. Pero hay que pensar en
ellos en su crecimiento mental y no en cierta generación que se paso
cien años diciendo que mañana viene su gran fiesta cuyos regalos
son la muerte para todos aquellos niños que celebraban Navidad,
cumpleaños y Carnaval. ¿Que fiesta ven ahora peor?